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MIRADA ACADEMICA

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NORMALISTAS, LICENCIADOS Y PROFESIONALES EN OTROS CAMPOS DEL CONOCIMIENTO

Abordar la labor docente en Risaralda implica también contemplarla desde una óptica académica. A partir de los rostros que hacen parte de esta investigación periodística, hemos observado que algunos maestros ingresan al sistema educativo porque se prepararon como normalistas; otros lo hacen como licenciados; y unos cuantos, desde su profesionalismo en diferentes áreas del conocimiento, logran vincularse por medio del Banco de la Excelencia o, llamado también, Instructivo del Incentivo Maestro.

De entrada hay que decir que en el último estudio Global Teachers Status Index 2018 (GTSI), realizado por la organización Varkey Foundation, se estudió, por un lado, el salario de los maestros comparado con otros países, y por el otro lado, el respeto que la población siente hacia sus educadores. ¿Qué lugar ocupa Colombia en asuntos salariales? Antes de revisar esas posiciones, solo cabe mencionar que la respuesta es poco alentadora al recordar que la educación es un ejercicio que cada día exige altas dosis de perseverancia, de paciencia, empatía y entrega hacia otros.

En entrevista con la revista Dinero, Diana Elvira Soto, decana de la facultad de Educación de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Tunja, confiesa que en los últimos tiempos "parece que los que hemos ingresado a estudiar una licenciatura fuéramos retrasados mentales, porque a nuestros programas se nos asigna el puntaje más bajo para el ingreso". De ahí surgen, según ella, expresiones como “cualquiera puede ser maestro”, o “estudie esta carrera para luego pasar a la que le gusta”, “aunque sea de maestro, el todo es trabajar”. Muchos ingresan a la carrera sin conocer cuál es la función del educador, añade la decana.

El_último_estudio_Global_Teacher_Status

DECRETOS Y EVALUACIÓN

Pero hablar de la actual condición de los programas de licenciaturas nos remite inmediatamente a los decretos que rigen a los maestros: El 2277 de 1979 y el 1278 de 2002. ¿Cuáles pueden ser las principales diferencias entre ambos decretos?

Marcela Bautista, autora del artículo La profesionalización docente en Colombia (2009), plantea que los docentes regidos bajo el decreto 2277 de 1979 gozaban de una mayor estabilidad, especialmente económica, ya que no se enfrentaban a la incertidumbre de aprobar un examen para ascender, y era a partir de su antigüedad en la profesión y de capacitaciones a nivel educativo que avanzaban en el escalafón; además, el hecho de ser normalistas, pedagogos o licenciados les permitía ser nombrados fácilmente en una institución pública. Los maestros amparados bajo el estatuto 1278 de 2002 deben convivir, día y noche, con la idea de que sólo aprobando la evaluación de desempeño podrán ser nombrados, ascender en el escalafón y permanecer en la docencia. 

MARCELA BAUTISTA

Autora - La profesionalización docente en Colombia (2009)

Este nuevo estatuto interrumpe la concentración de licenciados y normalistas en el ingreso a la docencia, dado que otros profesionales con diversas características sociales, educativas y culturales pueden ejercer la docencia

 

La evaluación docente es otro tema polémico que, por supuesto, no ha sido la excepción para que algunos autores o académicos expresen sus percepciones. La Red Iberoamericana de Investigadores de la Evaluación de la Docencia (RIIED), en el artículo titulado Reflexiones sobre el diseño y puesta en marcha de programas de evaluación de la docencia (2008), concluye que un “programa de evaluación del desempeño docente debería garantizar el diálogo entre evaluadores y evaluados en igualdad de circunstancias, cuidando los aspectos éticos involucrados”. Y así “es necesario advertir que un programa de evaluación inadecuado puede tener efectos claramente nocivos en la comunidad escolar”.

Al igual que Didier Valencia, presidente del Sindicato de Educadores de Risaralda, Bautista tampoco parece estar muy conforme con la implementación del decreto 1278, ya que, según ella, sus dinámicas restan “estabilidad” a la carrera docente en comparación con el anterior estatuto, ya que determinan si el docente puede continuar o no en su cargo de acuerdo con los resultados de sus evaluaciones, y lo ubican en condiciones profesionales distintas a sus pares antiguos.

COTIDIANIDAD Y SURGIMIENTO DE OTRAS SITUACIONES

Cuando hablamos de la cotidianidad de los profesores, pretendemos hacer un abordaje de su día a día dentro y fuera de los planteles educativos. Pero, lastimosamente, el ejercicio investigativo nos lleva a detenernos no solo en las precarias condiciones de salud que, al parecer, le brindan a los educadores, sino también en otras problemáticas que surgen con el cansancio y el exceso de trabajo. ¿De qué se trata?

Se trata del Síndrome de Burnout, ¿ha escuchado hablar de esto? Un desgaste ocupacional en donde el trabajador empieza a vivir episodios repetitivos de estrés y jamás vuelve a su estado inicial. Según Eliana Quiroz González, psicóloga organizacional y docente de la Universidad Católica de Pereira, este síndrome se define como un trastorno, no como una enfermedad, que generalmente es atribuido a profesionales de servicio social como el área de la salud y la educación.

De acuerdo con el diario La República, uno de cada cinco trabajadores en Colombia sufre del síndrome de Burnout. Sin embargo, hablar de causas frente a este trastorno podría ser una tarea bastante difícil y tal vez no alcanzaría el papel. Pero, según Quiroz, las causas más frecuentes se asocian a las elevadas cargas de trabajo, al acceso constante a la tecnología y redes sociales y al hecho de continuar la labor al llegar a casa.

Fotografías: 5.0 pal profe

ELIANA QUIROZ

Psicóloga y docente

Muchos profesores no ejercen desde la motivación, sino desde la frustración. Y esos niveles de motivación no son los esperados para ocupar el rol tan importante que tienen en la sociedad

La psicóloga Eliana Quiroz señala que el síndrome se constituye por tres dimensiones: agotamiento emocional, despersonalización o cinismo y baja realización personal. Además, agrega, hay que dejar claro que existen dos tipos de estrés: el eustrés y el distrés. El primero se define como el estrés positivo, aquel que está adherido casi que naturalmente a la labor u ocupación. El segundo se define ya como el estrés negativo, en donde, por excesos de distintas índoles, surgen enfermedades físicas o mentales.

Frente a este panorama, Quiroz, quien además es magíster en gerencia del talento humano, habla de una estrategia de prevención denominada Psicoeducación que, según ella, debería implementarse en todas las instituciones educativas. ¿En qué consiste?

Eliana QuirozPsicóloga y docente
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Además de lo que escuchamos en el audio, Eliana Quiroz también hace un llamado a las organizaciones o instituciones educativas para que pongan en marcha prácticas de gratitud, donde se busque, entre colegas y colaboradores, criticar menos y agradecer más. Y también implementar estrategias de respiración, mindfulness, cooperación y ejercicio físico. Todo esto, según ella, mitiga los excesos de estrés.

La situación es preocupante y más cuando las entidades reguladoras no parecen intervenir ni buscar soluciones inmediatas. “El síndrome no solo afecta al profesor o trabajador, también a sus estudiantes y familias; y es muy paradójico que una institución educativa que está llamada al conocimiento no forme a sus maestros”, sostiene la docente Quiroz González durante la entrevista para 5.0 Pal PROFE.

Pero los interrogantes que quedan y que empiezan a dar vueltas en la cabeza son: ¿quiénes son más propensos a padecer este trastorno? ¿solteros o casados? ¿hombres o mujeres? ¿docentes jóvenes o docentes adultos? 

Aquí nos cuenta la psicóloga Quiroz…

Eliana QuirozPsicóloga y docente
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