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EL ORIGEN

Paros, bloqueos, movilizaciones, protestas, exigencias… Esas son, tal vez, las palabras que más se repiten en los titulares de los prestigiosos diarios locales, nacionales y hasta internacionales. Algunos de ellos se empeñan en ir más allá de lo evidente y  dar cuenta de ese despliegue de peticiones que los maestros realizan a las instituciones reguladoras. 

Los educadores, en algunas ocasiones, han decidido dictar clase desde las calles. Salen, claman una y otra vez, como el creyente que día y noche repite las mismas letanías; cantan, elaboran carteles, alzan las voces, pero aún parece que nadie les escucha, ni las administraciones departamentales, ni el gobierno de turno, ni la misma sociedad.

¿En algún momento nos hemos cuestionado sobre esas razones que llevan a los profesores a realizar manifestaciones en las calles? ¿Nos hemos detenido a indagar sobre cuáles son, realmente, esas condiciones por las que luchan una y otra vez? Hagamos un repaso…

Entre los años 2010 y 2016 se presentaron cerca de seis movilizaciones por parte de la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación hacia el Gobierno Nacional. Pero estas no han sido las únicas; por el contrario, las marchas aumentan porque, al parecer, el contexto laboral del educador no es intervenido de manera oportuna. Hacia el 2017, según el periódico El Tiempo, se desarrolló una mesa de negociación entre Fecode y el Ministerio de Educación. Pero, según la Federación, después del supuesto acuerdo los maestros decidieron retornar a la calle porque el Ministerio de Educación Nacional expresó, nuevamente, que “no había plata”. En el 2018, y a través de cinco manifestaciones, las peticiones eran claras: financiación de la educación pública, servicio de salud, nivelación salarial, adecuación de infraestructura para jornada única y reconocimiento y pago de prestaciones sociales. 

La lucha continúa. Hacia el año 2019, los maestros se ven en la necesidad de dejar el aula otra vez. Pero allí, según Caracol Radio, además de lo anterior, a la lista de requerimientos se le añadía la complejidad a la hora de solicitar una cita médica, el respeto por la vida y la garantía de seguridad hacia los docentes, especialmente hacia esos maestros que ejercen su profesión en centros educativos rurales o en inhóspitas veredas. 

Fotografía: 5.0 pal profe

DATOS IMPORTANTES

En Colombia, según Noticias Caracol, hay 13.000 sedes educativas, 322.473 docentes y 8.500.000 estudiantes. Hasta la fecha y de acuerdo con la Gobernación departamental, Risaralda cuenta, a excepción de Pereira y Dosquebradas, con 2271 docentes, incluidos aquellos que desempeñan su oficio desde corregimientos y veredas recónditas. Estos maestros se encuentran en las 572 sedes educativas de Risaralda, de las cuales, 493 están ubicadas en espacio rural y 79 en el área urbana. ​

Ahora bien, Nelson Alarcón, presidente de Fecode, en entrevista con el periódico El Tiempo, sostiene que en el transcurso del año 2019 asesinaron a 11 profesores, y bajo amenaza se encuentran 680 educadores.

Según Didier Valencia, presidente del Sindicato de Educadores de Risaralda, en los últimos 25 o 30 años han asesinado más de 1.100 maestros en Colombia. En el caso del departamento de Risaralda, y según el Sindicato, para el año 2019 fueron intimidados 43 docentes. 

De acuerdo con aquellos testimonios de los maestros que más adelante veremos en este espacio digital, esas no son las únicas problemáticas por las que atraviesan hoy los educadores en Risaralda y en Colombia. El abanico de dificultades parece ampliarse a medida que nos convertimos en testigos del ajetreo diario del educador.

¿QUÉ OTRAS SITUACIONES SE DESPRENDEN DEL QUEHACER DEL MAESTRO?

Desde los procesos formativos es necesario exponer que la falta de oportunidades para ingresar a programas académicos y a nuevos estudios es, quizás, una de las dificultades que se presenta a la hora de hablar de asuntos de formación. Pero a esto hay que añadirle que Diana Elvira Soto, decana de la facultad de Educación de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Tunja, en entrevista con la revista Dinero, confiesa que “los que hemos ingresado a estudiar una licenciatura parece que nos vieran como retrasados mentales porque a nuestros programas se nos asigna el puntaje más bajo para el ingreso. De ahí que surjan premisas como “cualquiera puede ser maestro”, o “estudie esta carrera para luego pasar a la que le gusta”, “aunque sea de maestro, el todo es trabajar”. De igual manera, Luz Enith Mosquera, docente de institución pública en Risaralda, asegura que al momento de solicitar un apoyo a las entidades reguladoras para realizar una pasantía internacional, le negaron rotundamente la posibilidad de contar con un beneficio económico. Allí, en este aspecto, la profesora agrega que, en ocasiones, siente que sus sueños y aspiraciones se ven opacados por el sistema educativo.

En los procesos de permanencia y ascenso en el magisterio, los docentes deben enfrentarse a unas condiciones salariales y evaluativas. Martha Isabel Moncada, docente del área de química y ciencias naturales, asegura que el salario que reciben, hoy en día, no es acorde a todo lo que desempeñan en el aula.

 

Por otro lado, frente a una de las modalidades de evaluación que consiste en que el docente instale una cámara en su salón y grabe su clase, Héctor José López, licenciado en educación básica primaria y magíster en sociolingüística, sostiene que esto se ha convertido en un “martirio” porque las cámaras, según él, intimidan; y de esta manera, el educador posa, actúa y no deja ver claramente sus capacidades y talentos. A continuación, escucharemos un voxpopuli en donde algunos maestros de Risaralda nos revelan sus percepciones frente a circunstancias como la retribución salarial y la evaluación. 

Salarios y evaluación, ¿qué opinan los maestros?
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Hoy, dentro del día a día del educador, es pertinente hacer alusión a otra problemática que aumenta la preocupación. El servicio en la prestación de salud es uno de los temas que más han reclamado los docentes al Estado, debido a que, como lo informó la revista Semana, “hay demora en la entrega de medicamentos, en la atención en urgencias, en citas con especialistas y en programación de cirugías”. Sin embargo, al abrir la puerta de estas situaciones en salud, aparecen también otros aspectos que, inevitablemente, surgen con el estrés laboral y el exceso de trabajo. 

En los párrafos anteriores se evidencian solo algunas de las dificultades con las que deben lidiar los maestros desde sus aulas. De igual manera, no podemos olvidar que los educadores, afuera de las instituciones, son padres o madres, son esposos, hijos o hermanos, son también seres humanos como todos, como usted que en este momento desliza sus ojos por estas líneas y, por supuesto, como nosotros. Solo resta desear que algún día cesen las balas de la indiferencia y que recuperemos, en algún momento, ese mínimo sentido de humanidad que hoy parece que hemos perdido como sociedad risaraldense y colombiana. Por eso, por medio de esta plataforma digital, no solo buscamos resaltar la labor del docente, también queremos contribuir a la realización de esos deseos que, a veces, se tornan utópicos, vanos o ingenuos.

Con la finalidad de dignificar el ejercicio profesional de los profesores, surge 5.0 pal profe. Pero para alcanzar esa exaltación, es necesario atravesar primero por tres condiciones: sus procesos formativos, su vinculación y cotidianidad.

- En la primera condición o categoría, se acude a las razones que llevaron al docente a dedicarse a esta profesión y, por supuesto, su preparación y trayectoria académica.

 

- Cuando se habla de vinculación, se hace un abordaje no solo del proceso que deben realizar los educadores para acceder al magisterio, también de esas situaciones que enfrentan para permanecer y ascender en el sistema educativo. Allí, lógicamente, se contemplan asuntos como: decretos, escalafones, salarios y metodologías de evaluación.

- En la tercera condición (la cotidianidad) se aprecia, por medio de sus historias de vida, aquello que realizan dentro y fuera del aula, sus roles como maestros, pero también como padres, madres, esposos o hijos. De igual manera, en su día a día, es inevitable dejar a un lado esas situaciones negativas que aparecen por el cansancio, la fatiga, el exceso o estrés laboral.

 

Desde allí se miran de cerca esas problemáticas que desencadenan en cada una de estas categorías. La evidencia de dichas dificultades y las historias de cada experiencia de vida nos llevarán, finalmente, a alcanzar ese objetivo último de resaltar la labor docente.

A continuación se desprenderá la lista de los maestros que merecen un 5.0 en Risaralda:

-Luz Stella De los Ríos

Rectora de la Institución Educativa Núcleo Escolar Rural de Quinchía, Risaralda. Galardonada, en el año 2019, como la mejor rectora del departamento. Obtiene un  5.0 por administración educativa.

-Carlos Alberto Jojoa

Docente de la Institución Educativa Francisco José de Caldas de Santa Rosa de Cabal. Ha recibido distinciones regionales y nacionales por sus proyectos matemáticos. Es merecedor de un 5.0 por innovación pedagógica.

-Martha Isabel Moncada

Profesora de química y ciencias naturales de la Institución Educativa Mundo Nuevo de Pereira. Creadora de Cientinautas, canal de YouTube que utiliza como estrategia pedagógica. Alcanza un 5.0 por didácticas implementadas.

-Héctor José López

Docente del Instituto Tecnológico Santa Rosa de Cabal. Galardonado, por el departamento y el Gobierno Nacional, por ser uno de los cinco mejores maestros de Colombia. Obtiene un 5.0 por apropiación social del conocimiento.

-Lina Vanessa Palacio

Educadora del colegio Alfonso Jaramillo Gutiérrez. Licenciada en pedagogía infantil y especialista en edumática. Merece un 5.0 por desarrollo humano y pedagogía.

-Wilmer de Jesús González

Profesor de la Institución Educativa Núcleo Escolar Rural de Quinchía. Por sus conocimientos agrícolas y pecuarios ha implementado grandes proyectos educativos. Consigue un 5.0 por uso de tecnología para el aprendizaje.

 

-Yul Mery Bañol

Etnoeducadora de la Institución Gabriel Trujillo de Caimalito, Risaralda. Artesana e impulsadora de proyectos indígenas en el departamento. Alcanza un 5.0 por etnoeducación y artesanía indígena. 

De igual manera, para entender el problema es necesario también contemplarlo desde tres ángulos distintos: mirada oficial, mirada sindical y mirada académica.

En la primera mirada se abordan fuentes oficiales o institucionales como la Secretaría de Educación departamental para comprender el desarrollo de asuntos como decretos, escalafones y directrices educativas.

En la mirada sindical se acude al Sindicato de Educadores de Risaralda para identificar esas soluciones o propuestas educativas que diseñan frente a las condiciones de los maestros del departamento.

Por último, en la mirada académica se da paso a autores de artículos académicos que, en algún momento, abordaron dichas problemáticas. También tienen lugar las voces de expertos como psicólogos y profesionales de la salud mental que dominan temas relacionados con el estrés y las elevadas cargas de trabajo.

Ahora sí, le invitamos para que continúe el recorrido por el portal y, de esta manera, observe por qué nuestros profes merecen un 5.0.

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