top of page

Luz Stella,una huella de liderazgo

Son las siete de la mañana, el día apenas comienza. En la entrada del colegio Núcleo Escolar Rural del municipio de Quinchía, Risaralda, Luz Stella de los Ríos espera pacientemente a sus estudiantes y profesores. Con un delantal blanco que llega hasta un poco más abajo de la cintura, un pantalón rojo, tacones de color marrón claro, un par de aretes dorados, con un rostro afable y una sonrisa acogedora, la rectora y máxima autoridad de dicha institución, recibe a cada uno de los miembros del plantel educativo para dar inicio a lo que, según ella, será una larga pero productiva jornada. 

Los espero con un saludo, porque yo en la puerta me doy cuenta cómo viene el niño, si viene contento, aburrido, si viene llorando o si está enfermo

INFANCIA

Luz Stella De los Ríos Zapata se desempeña desde hace más de siete años como rectora del colegio Núcleo Escolar Rural de Quinchía. Nació en el municipio de Salamina, Caldas, el 8 de junio de 1963, pero muy niña, a los seis años, abandonó su pueblo para trasladarse, junto a su papá, su mamá y sus ocho hermanos, a Quinchía. Allí, en este rincón risaraldanse, ubicado en el noroccidente del departamento, transcurrió su infancia, una etapa que recuerda con claridad por el cariño de sus padres y porque, a pesar de las carencias económicas, pudo vivir entre juegos, alegrías y satisfacciones como cualquier niño de su edad. Su disciplina, humildad y calidad humana la heredó de sus padres, especialmente de su papá, un hombre del campo que se ganaba la vida como constructor de casas, arriero, ebanista, pintor de carros, conductor, soldador y muchos otros oficios.

Luz Stella realizó sus estudios de primaria y secundaria en la Institución educativa Nuestra Señora de los Dolores. Con inmensa gratitud recuerda que sus años escolares fueron significativos, principalmente por su maestra de Ciencias sociales quien, según ella, la marcó profundamente y quien hizo que su encanto por la docencia creciera de manera desbordante. “Me encantaba la geografía y la historia. Cuando entré a grado sexto, la profesora ponía un mapa en el tablero, nos contaba historias, nos hacía imaginar todo lo que había en ese mapa, nos hablaba de ciudades, montañas, de ríos y países. Eso para mí era maravilloso, porque yo decía que mi maestra conocía el mundo”, confiesa la rectora, mientras se dibuja en su rostro una sonrisa. En esta institución florece su deseo particular por las áreas sociales, pero allí también se dio cuenta que el inglés y las lenguas extranjeras nunca le iban a simpatizar.

Fotografía: 5.0 pal profe

Desde que estaba en el colegio supo que quería ser profesora de sociales; por eso, al graduarse de grado 11 y obtener su título de bachiller, decide presentarse a la Facultad de Educación de la Universidad de Caldas en donde, meses después, es admitida en el programa académico de Licenciatura en Ciencias Sociales. Luz Stella viaja a Manizales, ciudad en la que decide vivir por cinco años, tiempo en el que realizaría su pregrado. Con el apoyo desinteresado de una de sus tías y con la ilusión propia de todo estudiante primerizo, De Los Ríos ingresa a esa carrera profesional que le permitiría desempeñarse como la maestra que un día deseó ser.

“La etapa universitaria es muy linda porque es un mundo nuevo, y uno al ser de pueblo y ver la universidad, es maravilloso. Y, en ese tiempo, poder como mujer ingresar a una universidad, era también maravilloso”, sostiene Luz Stella con una mirada serena que no da paso a engaños ni mentiras. Su práctica profesional, en 1988, la realizó en una escuela rural que hacía parte del municipio de Pácora, Caldas, lugar donde llegó no solo como docente, sino también como representante de la Universidad de Caldas. Como cualquier joven estudiante que por primera vez se enfrenta al campo laboral, Luz Stella dicta su primera clase de Ciencias sociales en esta institución y, como reconocimiento a su esfuerzo y perseverancia, se gana el cariño desmedido de la comunidad.

SERVICIO

Con sentimiento de satisfacción y con el título de Licenciada en Ciencias sociales, Luz Stella De los Ríos regresa a Quinchía, con el deseo de vincularse, ahora sí, al magisterio colombiano. Gracias a la administración municipal y a la gestión de algunos jefes de núcleo de la región, la profesora De los Ríos firma su primer contrato para laborar en una sede educativa del municipio. Con el paso del tiempo y con ansias de adquirir mayores conocimientos para transmitir a sus estudiantes, cursa una especialización en docencia de la lectoescritura en la Universidad Mariana de Pasto. Años más tarde decide ingresar a otro posgrado en gerencia educativa de la Universidad Católica de Manizales.

Toda esta trayectoria académica permitió que, junto a otros docentes del municipio, Luz Stella hiciera parte del equipo de consolidación de la Institución Educativa Miracampos donde, prácticamente, por su capacidad de liderazgo y transformación, se convierte en la cabeza y columna vertebral de este proyecto educativo. Pero no todo en la vida es dulce, también toca probar, en algún momento, los amargos y sinsabores. Risaralda, especialmente Quinchía, ha sido un territorio abatido por la violencia, un rincón del país que ha sido testigo directo de una guerra de décadas que aún no parece terminar. Hacia el año 2003, la profesora De los Ríos recibe constantes llamadas donde le exigen determinadas cantidades de dinero y en donde le dejan claro también de que, si no lo hace, lo mejor es que abandone el pueblo. La tristeza que refleja su rostro mientras narra este oscuro episodio es, tal vez, la misma tristeza que sintió cuando se dio cuenta que debía salir del municipio. Víctima de extorsiones por parte de grupos guerrilleros, Luz Stella denuncia ante las autoridades y se niega rotundamente a entregar dineros. Con el corazón arrugado y sin entender por qué la vida la colocaba en esta encrucijada, la profesora abandona Quinchía por asuntos de seguridad.

De los Ríos es trasladada como docente a Belén de Umbría, en donde debió radicarse, estructurar de nuevo sus quehaceres y dejar atrás esos proyectos educativos que había liderado. En este municipio permaneció aproximadamente cinco años, hasta el 30 de julio de 2008, día en que decide emprender un nuevo desafío. Su aspiración más grande siempre fue ser directiva; por eso, después de inscribir su nombre en uno de los concursos departamentales, sale nuevamente victoriosa y es nombrada como rectora del colegio Santa Ana del municipio de Guática

Fotografía: 5.0 pal profe

La vida, a Luz Stella, le volvía a mostrar su cara amable. Aunque no cesaba, la violencia parecía estar ya más controlada, por lo que desde las altas instancias gubernamentales, le envían la solicitud de que retorne a Quinchía. Con la alegría propia de aquel que regresa a casa, De los Ríos vuelve a su pueblo un 30 de enero de 2013, a ese municipio donde había dejado su pasado y parte de su presente. Pero ahora regresa ya como rectora, como máxima autoridad de la Institución Educativa Núcleo Escolar Rural.  

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Es allí, en este colegio, en donde Luz Stella se convierte en pionera de grandes procesos educativos que, junto a los profesores y coordinadores, empieza a poner en marcha. Por su condición rural, la institución le brinda a los estudiantes grandes oportunidades de enseñanza en el mundo agropecuario. La rectora ve en esto una gran ventaja, por lo que diseña planes y estrategias para implementar herramientas de automatización y de producción dentro de este sector.

Modificaciones en los planes de estudio, propuestas innovadoras, estrategias que vinculen la tecnología con el campo y proyectos pedagógicos que busquen la productividad, fueron los principales aspectos que llevaron a Luz Stella De los Ríos a ser merecedora, en el año 2019, del galardón de mejor rectora del departamento de Risaralda, un reconocimiento a su labor, su entrega, tenacidad y su adecuado manejo de los recursos educativos, económicos, innovadores y pedagógicos, y otorgado por la Gobernación y la Secretaría de Educación departamental. 

Luz Stella está convencida que en la actualidad, en los salarios de los maestros del país, existe un vacío y una brecha grande. Con voz segura, confiesa que “la problemática más grande que existe dentro del sistema educativo colombiano es la importancia que ha perdido la educación para los jóvenes y las familias. En este momento se piensa solo en tener un título, pero no importa como sea, si es con mediocridad, si es por tener un título de 11 y ya. Es la indiferencia de la sociedad por tener una educación de calidad”. Su mirada parece opacarse por la tristeza cuando asegura que ser docente implica humanizar la educación, poner un granito de arena y dejar una impronta indeleble en la vida de muchos niños y adolescentes. Con la plena confianza en sus palabras, intuye también que “los maestros y nosotros, desde ahora, somos los llamados a hacer una transformación en el proceso educativo”.

Fotografías: 5.0 pal profe

Al ingresar a la oficina de rectoría, lo primero que salta a la vista son cuatro banderas que, erguidas, parecen alcanzar el techo: la de Colombia, Risaralda, Quinchía y la de la Institución Núcleo Escolar Rural. Sobre un largo escritorio se hallan, amontonados, un computador, libretas, calendarios, bolígrafos, un celular, marcadores y cerros de hojas de papel. Con anteojos y sentada sobre una silla de rodachines, la rectora De los Ríos afirma que lo que más disfruta de su cargo directivo es poder trabajar por una institución agradable, por espacios confortables para sus estudiantes y por un colegio innovador para la comunidad. Sin embargo, debe admitir también que lo que menos le gusta de su rol como rectora es enfrentar diferentes exigencias o situaciones de carácter gubernamental, como por ejemplo, “cuando me dicen que hay que hacer recorte o liberar docentes, eso duele”.

“Es la indiferencia de la sociedad por tener una educación de calidad”.

 

— Luz Stella De los Ríos.

DÍA A DÍA

Luz Stella es una mujer entregada no solo a su labor educativa, sino también a su rol como madre y esposa. Tiene dos hijos, ama el café, la particularidad de su pueblo, los encuentros con su familia. A pesar de que trabaja de lunes a sábado, siempre busca espacios para los suyos y para fortalecer los vínculos familiares. Su mayor virtud, como ella misma lo expresa, es el amor por lo que hace, le gusta hacer y entregar las cosas de la mejor manera y mirar con transparencia a sus estudiantes y a los padres de familia. Reconoce también que su defecto más grande es la impaciencia, aunque suene paradójico. No tolera la pasividad, le gusta que la gente marche, que sus compañeros se apropien de sus tareas, de sus obligaciones, y que innoven y produzcan con rapidez.

Fotografía: 5.0 pal profe

Hoy, Luz Stella De los Ríos Zapata se define como una profesional satisfecha que aún tiene mucho por hacer, mucho por construir, mucho por aprender y transmitir. Una maestra que, con la tinta de su personalidad, ha dejado huellas en muchas escuelas y comunidades; tinta que le ha permitido también escribir y ser coautora de muchas historias, de muchos proyectos de vida. Una rectora que, a pesar de las durezas de la vida, de las carencias, las incomprensiones y de los exilios, se ha ganado el respeto y los aplausos de niños y adultos, de pobres y ricos, de dominados y poderosos. 

 

Por todo lo anterior, Luz Stella merece un 5.0 por administración educativa.

bottom of page